demasiado tarde, lo sé.....

No sobrevive una flor a una tormenta de hielo,
no vuela un ave si se le tiene enjaulada,
no se puede mirar al cielo con los ojos cerrados,
toda tu imaginación no lograría igualar ese azul tan perfecto,
ni puedes tomar en tus manos el viento,
porque es tan libre que no tienes nada que hacer al respecto…

¡Envídialo, corazón afligido! envidia al viento por tener la libertad que no tenemos,
por que él puede viajar y hacer lo que desea,
porque él no necesita darle cuentas a nadie, ni pedir permiso para estar a su lado…..
El recorre su cuerpo sin remordimiento, sin culpa alguna….
El lo tiene tan cerca que puede sentir cuando le estremece nuestro recuerdo,
puede hacer que sus sueños vengan a nuestro encuentro, y nos martirice este destierro….

¡Envídialo tanto como yo lo hago!
Lo envidio porque lo respira, porque lo acompaña a donde vaya,
porque está constantemente en contacto con su piel,
esa piel que sueño a diario y me atormenta el no tener.

Envidio su silencio, su ruido, ¡envidio todo lo que es!
Porque siento que lo aparta de mi lado, que lo quiere solo para él,
porque puede abrazarlo, puede ver dentro de él,
puede tocar aquellos labios que me enseñaron el placer,
Puede secar esas gotas que, por su mejilla, van trasando el camino del dolor,
El camino del amor…..
Ese camino que tu y yo, no supimos encontrar……

¡tonto! ¡tonto corazón! Has jugado conmigo otra vez,
ya no me sirves de nada, me has vuelto a traicionar,
Me quitaste a quien amaba y me has hecho odiar al viento,
Ese viento que cada noche me viene a consolar….